Collonges la Rouge

Collonges-la-Rouge ofrece un espectáculo original e insólito, tanto por la vistosidad de su piedra como por la riqueza de su patrimonio. El rojo de la arenisca y el ocre de la pizarra, el gris azulado de la pizarra y el verde de las viñas colgadas de los muros forman la paleta de este pueblecito de ensueño.
A partir del siglo XVI, Collonges se convirtió en lugar de residencia de los funcionarios del vizcondado de Turenne y de los juristas de la castellanía, de ahí la presencia de numerosos castillos y torres pimenteras. En el siglo XIX, la ciudad cayó en un estado de letargo, y el alcalde de la época, Charles Ceyrac, lanzó la idea de los "pueblos más bonitos de Francia", ¡siendo Collonges el primer pueblo en recibir esta etiqueta!
La visita incluye la iglesia del siglo XI, fortificada durante las Guerras de Religión, la capilla de los Penitentes del siglo XIII, el castillo de Vassinhac