SÁBADO – 11H
Para empezar el día, descubre esta ciudad de carácter paseando por las encantadoras callejuelas del casco antiguo. Levanta la ojos y admira las fachadas de las casas que guían tus pasos y aprovecha de las tiendas y pequeños cafés que animan las calles. En el centro, un colectivo de tres artistas se ha hecho cargo de los lugares abandonados y les ha dado una segunda vida gracias al arte urbano. Aprovecha del proyecto el taller itinerante para descubrir una nueva faceta de la ciudad.
Pasea por el nuevo mercado de Les Halles y degusta los sabores de los productos locales en una arquitectura innovadora mientras se intercambia con los productores locales. Para los más gastrónomos, acudan a la Oficina de Turismo de Pau para obtener su pass gourmet y saborear todas las especialidades locales (quesos del Pirineo, jamón de Bayona...).
SÁBADO – 2 de la tardes
No hay estancia en Pau sin visitar el famoso castillo, un lugar de memoria que perpetúa la leyenda del rey Enrique IV. Podrás admirar los apartamentos reales y la sala de los Cien Cubiertos y terminar el recorrido disfrutando de la vista de la ciudad y del río Gave. Esta visita será una oportunidad para hacer un viaje de más de 1000 años de historia local y nacional.
Disfruta de una copa en una terraza en el Bulevar de los Pirineos y admira el excepcional panorama. Las palmeras en la plaza contrastan con los picos nevados a lo lejos y permanecerán ancladas en tu memoria.
Pau es una ciudad verde con secretos bien guardados. Relájate a la sombra de los altos árboles centenarios del parque Beaumont. Pasea por el lago del ciprés calvo y toma un descanso en el quiosco de la música.
Para tomar una copa por la noche, te invitamos al Snug, un bar de cócteles frente al castillo. Las bebidas son caseras y hechas con frutas de temporada del mercado. Tres salas con ambientes únicos que no hay que perderse.
DOMINGO – 11h de la mañana.
Para los amantes de la cultura, una visita al Museo de Bellas Artes es obligatoria. Construido en 1930, es uno de los museos más grandes de la región. Sus exposiciones son famosas por la calidad y variedad de sus obras desde el siglo XV hasta hoy. Entre ellas hay pinturas de grandes artistas como Zurbaran, Bassano o Jordaens. A lo largo del año, se ofrecen muchas actividades para jóvenes y para los mayores.
Para los deportistas, probad los diferentes campos de golf (la ciudad alberga el campo de golf más antiguo del continente europeo), y pasar por el hipódromo para ver una carrera de caballos. ¡Un espectáculo que no olvidarás nunca! Para una experiencia rica en emociones, prueba el rafting o el piragüismo en el estadio de aguas bravas, un lugar excepcional en la ciudad para vivir experiencias acuáticas al pie de las montañas a dos pasos del Château de Pau.
Para un almuerzo con una vista impresionante de las montañas de los Pirineos. Si quieres ir al restaurante del Hotel Villa Navarra. El chef te invita a descubrir su cocina regional gastronómica de sabores delicados.
DOMINGO – 2 de la tardes.
Pau recibió « 4 lauriers » en el distintivo "Ciudad activa y deportiva". El destino, vibra al sonido de sus aficionados animando a los diferentes equipos de la región. En verano, la ciudad ve muchas etapas del Tour de Francia. Vete a el Tour des Géants, en el sitio del antiguo velódromo, para admirar la exposición interactiva dedicada a este evento de fama mundial.
En mayo, ven a ver la carrera de coches más antigua de la ciudad, que conoce un verdadero éxito por sus difíciles circuitos que muchos pilotos han recorrido.
Si tienes un poco más de tiempo, explora las montañas de los Pirineos y admira el magnífico paisaje. Navarrenx también está a sólo 30 kilómetros y ha sido distinguido por el label « Pueblos más bellos de Francia » . Para una última experiencia de degustación, toma la ruta del vino de Jurançon para conocer a los viticultores y productores que te harán una cata de vino blanco de la región con sus notas de miel y especias.
Síguenos, la redacción de Nouvelle-Aquitaine-Tourisme.com te lleva… a nuestro hogar.
De las cumbres de los Pirineos a los canales de la Marisma de Poitou, pasando por los muelles de Burdeos, las playas del Atlántico y las orillas del lago de Vassivière cerca de Limoges, Nouvelle-Aquitaine es una tierra de diversidad, viva y accesible.
